Era un secreto a voces que recorría -intramuros- la UNT. Se trata de la reincorporación a la planta no docente de Luis Sacca en el cargo de director administrativo de la secretaría de Bienestar Universitario. LA GACETA se contactó con el funcionario, quien confirmó los datos y agregó que su vuelta se hizo efectiva en diciembre de 2015.
Desde que asumió como rectora Alicia Bardón, la secretaría quedó a cargo de Gustavo Adolfo Vitulli y de Marcos Ismael Mollerach, secretario y subsecretario, respectivamente. Dentro de su área de incumbencia se encuentran: parques y sierras de San Javier; las residencias universitarias; automotores; la dirección de Cultura; el programa de Discapacidad e Inclusión Social y Apoyo tecnológico. Fuentes de la UNT confirmaron que posee categoría 1, la más alta en el escalafón universitario.
Sacca perdió la posibilidad de volver a ocupar una banca como diputado (está vez por Cambiemos) cuando la jueza María Servini de Cubría hizo lugar a la medida cautelar impulsada por el massismo a principios de marzo. La renuncia de la radical María Teresita Villavicencio a la banca -por un acuerdo interno- era una táctica para que Sacca, que le seguía en la lista de candidatos, fuera diputado. Pero nunca se esperó que la massista Mariela Martín Domenichelli (también candidata por la alianza Cambiemos) interpusiera una medida cautelar. La justificación fue que por la Ley de Cupo Femenino la banca le correspondía a ella (la mujer que le seguía en la nómina) si Villavicencio renunciaba. Finalmente, retiró la renuncia y asumió como diputada.
El regreso de Sacca a la UNT comenzó a circular -mucho más- durante el proceso electoral que acaba de concluir. Comicios en los que se renovaron los consejos directivos de las 13 facultades y 18 escaños del Consejo Superior. Durante este proceso que inició el 6 de mayo, hubo sectores que reconocieron por lo bajo que respondían al ex funcionario de la gestión de Juan Alberto Cerisola. Puertas adentro, algunos no disimulan la incomodidad que genera la presencia del ex funcionario.
El frustrado acceso a la función parlamentaria dejó a Sacca sin fueros. Privilegio que iba a jugar a su favor para mitigar los embates de la justicia federal. Está imputado -junto a otros funcionarios de la UNT- por irregularidades en el manejo de los fondos provenientes de YMAD. Por esto fue citado a prestar declaración indagatoria frente al juez, Fernando Poviña, el 12 de abril, un día antes que Cerisola. “De la imputación no tengo más que decir, solo confiar en la justicia”, expresó Sacca cuando fue consultado para esta nota.
La causa se abrió en 2009 para investigar el destino de $ 353 millones que la UNT recibió entre 2006 y 2009, en concepto de utilidades mineras. Cerisola era rector (desde 2006 a 2014) y Sacca Subsecretario de Políticas Universitarias, un cargo político del gabinete del rectorado.
Este año la UNT, por decisión del Consejo Superior, será querellante en la causa. Una demanda de gran parte de la comunidad universitaria. Además, a mediados de abril abrieron una causa en contra de otra de las imputadas, Olga Cudmani, quien se desempeño como Directora de Construcciones Universitarias durante la gestión de Cerisola. La presentación en la justicia federal fue a raíz de un sumario administrativo que detectó un faltante de más de $ 70 millones. La presentó el director de Asuntos Jurídicos.